London Grammar - Rennes

Música(s) en Rennes

Del rock al electro, 40 años de vibraciones musicales

Designada por la revista Télérama como «capital del rock francés», Rennes debe su reputación a sus festivales, sus salas de conciertos y su excepcional cantera. Pero la ciudad vibra al ritmo de todo tipo de música.

El pop de los años 80

Resulta imposible hablar de Rennes sin hablar de la historia del rock francés. Una página gloriosa que comienza a finales de los años 70 con la new-wave de algunos grupos memorables como Marquis de Sade, Marc Seberg o Les Nus. Este grupo de amigos supo captar el espíritu de la época según la ola punk e inspiró a otros artistas con su rock poético. En esta bendita época se multiplicaron los conciertos, los festivales y los bistrós rock’n’roll como en muy pocas ciudades se ha visto. Al mismo tiempo, el festival Les Trans Musicales ganaba peso.

El resto es bien conocido: la new-wave fría y melancólica se transforma en una abigarrada mariposa. Los años 80 vieron surgir el pop atemporal de Étienne Daho y Niagara, cuyas canciones siguen sonando en radios y discotecas.

La aventura continuó en los años 90 con artistas tan variopintos como Billy Ze Kick («Mangez-moi !»), Percubaba (reggae-dub-rock) o el excelente grupo de locos saltarines Sloy, sin olvidar el punk rabioso de Tagada Jones seguido, una década después, por los Ramoneurs de Menhirs, con un estilo más… ¡celta!

De la historia del rock francés a la escena electrónica actual

Pero la vida musical de Rennes no se limita al rock, a pesar de que este sea su columna vertebral. Del rock saltaron incontables chispas hacia horizontes más electrónicos. DJ Zebra, antiguo bajista de Billy Ze Kick, formó parte de la explosión de la música electrónica de los años 90, hasta su popularización en la década del 2000. Conocido en sus inicios por sus mezclas afrolatinas, Zebra creó más de 500 bootlegs (collage de fragmentos) y animó incontables noches y emisiones de radio tanto en Rennes como en París.

A la ciudad nunca le han faltado DJs de renombre: Marrrtin, Boogaloo y Lotari, Ordoeuvre (campeón de Francia y vicecampeón del mundo de scratch), Netik, Pat Panik… Muchos salieron de la escena soul/funk. No podemos citar aquí todos los artistas que han contribuido a hacer vibrar la escena electro o hip-hop, ni el enorme número de espectáculos electro-house o electro-rock, como los míticos Crab Cake en la sala Ubu, los 88 Sessions en el 1988 Live Club o las memorables noches de DJ del Moon Station. Si te gusta el género, no puedes perdértelo.

Olivier Mellano, un héroe de lo más discreto

Entre los nombres menos conocidos pero más valorados entre los melómanos se encuentra el polifacético autor y guitarrista Olivier Mellano, uno de los más talentosos de su generación. Ha colaborado con más de cincuenta grupos y artistas: Miossec, Dominique A, Yann Tiersen, Françoiz Breut… Desde hace más de 20 años, surca Francia y proyectos que van del pop-rock a la composición para orquesta sinfónica, manteniendo Rennes como puerto de amarre.

No se detiene ante nada: cine, teatro, danza… De hecho, ha compuesto la música de Por los pueblos de Peter Handke, dirigida por Stanislas Nordey, con Emmanuelle Béart, en el Festival de Aviñón de 2013.

Entre el resto de talentos salidos de Rennes y que emergen a nivel nacional, podemos citar, asimismo, a la cantante Laetitia Sheriff, originaria de Lille y renesa de corazón; el rock heroico de los sobrexcitados crooners de Success; el electro-pop cerebral de Les Juveniles, portada de varias revistas de rock; y, por supuesto, el surf-rock bailable y cinematográfico de Bikini Machine.

Canal B, una radio curiosa y única

He aquí uno de los motivos de orgullo de Rennes, una radio diferente de las demás, fabricada con talento y amor desde hace más de 30 años. Pirata en sus orígenes, Canal B (de Bruz, la ciudad donde nació) ha crecido con la generación rock y acompañado la ciudad y sus mutaciones. Su espíritu punk sigue vivo, principalmente gracias a sus insolentes animadores: los Grignous, gruñones de profesión y grandes charlatanes enamorados de su ciudad. No obstante, el equipo al completo se ha profesionalizado.

El proyecto Canal B funciona muy bien más allá de sus cuatro paredes: la asociación acompaña la vida cultural renesa, abre su centro a todo el mundo y monta sus estudios móviles en cualquier lugar siempre que puede. Ningún evento local escapa a su emisión sobre actualidad, el Plan B, y ningún nuevo disco logra evitar la platina de Yann, el erudito del rock (y más allá, del yeyé a la música electrónica). Por lo que respecta a la música francesa, los oyentes pueden contar con la selección de Thibault Boulais, en su emisión Les richesses du terroir. Por último, Paco, eterno jovencito, propone sus flechazos dub, reggae y músicas del mundo, pero también cómics, películas y otras curiosidades.

Un jardín extraordinario

En la zona industrial de la carretera de Lorient, antiguas fábricas se convierten en lugares de exposición o residencias de artistas. A orillas del Vilaine, a un par de pedaleos del centro, un bloque recubierto de frescos gigantes emerge de un parque: Le Jardin Moderne, «espacios de ayuda a la creación y difusión» de la música actual. Un lugar sorprendente para disfrutar de la música, tocar, ensayar y reunirse. La programación es ecléctica y se centra en el panorama local, aunque sin restringirse a él. Mercado de Navidad, exposiciones, cursos, restauración…Le Jardin es, antes que nada, un lugar de vida. Aunque solo estés de paso, no puedes perdértelo.

Además, Rennes está repleto de escenarios donde poder disfrutar de un concierto. La sala Ubu, el 1988 Live ClubL’Étage y La Liberté están en pleno centro. La MJC Antipode, con sello SMAC (Sala de Músicas Actuales), se encuentra en el barrio de Cleunay. Pequeños escenarios animan los campus universitarios: Le TambourLa HarpeLe Diapason

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