1. Bar Le Grand Sommeil
Un patio intimista en el corazón histórico
Desde la rue Saint-Sauveur, una de las más encantadoras del centro histórico, es difícil adivinar la existencia del patio del bar Le grand sommeil. Y, sin embargo, el local merece la pena. Su nombre se refiere tanto al título de una canción de Etienne Daho como al de la película de Howard Haws, adaptación de la novela de Raymond Chandler, traducido en España como El sueño eterno. Su propietario es aficionado a la música y al cine y eso se nota en la decoración. En cuanto a las bebidas, hay buenas cervezas bretonas (como la Skumenn de Rennes) y también corsas (Piétra) y norteamericanas (Proper Job). Un sitio tranquilo para tomar algo lejos de las terrazas abarrotadas y donde también se pueden pedir tablas de aperitivos para picar algo y unos excelentes cócteles y mojitos. Por la noche, la iluminación crea una atmósfera especialmente intimista y agradable.
- Le grand sommeil, 2 rue Saint-Sauveur, abierto de 17:00 a 1:00.
2. Le Panama
Un gran jardín de ambiente informal
En el barrio residencial de Sainte-Thérèse, cerca de la iglesia ornamentada con mosaicos Odorico, Le Panama es un local especialmente original con un jardín muy agradable. Christophe, el dueño que dio una nueva vida a este bar de barrio, no se separa de su urraca «3,14», llamada así haciendo un juego de palabras con la pronunciación de urraca en francés, «pi». El bar, cuya decoración interior es obra de los propios vecinos, que recuperaron muebles y sillas escolares, es muy popular entre los habitantes de Rennes por su jardín y sobre todo por su ambiente informal, como de fiesta en casa de alguien… Hay barbacoas a disposición de todo el mundo y cada cual lleva sus propias salchichas para asarlas en un ambiente de camaradería. «Os encargáis de lo sólido y yo de lo líquido», resume Christophe, que insiste en que su bar esté abierto a todo el mundo. Como anécdota, Le Panama fue el primer bar que ofreció wifi gratis en Rennes ya por 2005. El mejor sitio para arreglar el mundo en «petit comité»…
- Le panama, 28 rue Bigot de Préameneu.
3. Bar-restaurante Coco-Thym
Una terraza-jardín zen para viajar al país de las especias
Si pasas por la Promenade des Bonnets Rouges, a orillas del Vilaine, no dejes de hacer un alto para comer en el Coco Thym. En la parte de atrás de una casita, una terraza y un jardín muy agradables te invitan a viajar a Asia por un momento. Catherine, la dueña, se ha traído de sus viajes a la India y Sri Lanka su querencia por las especias, que marida con platos caseros y de temporada a precios muy asequibles. Un local donde cambiar de aires con al menos un menú vegetariano a la carta y, con regularidad, exposiciones y conciertos. El Coco Thym, a un paso de la Vía Verde número 2, es un exótico local donde hacer una parada para reponer fuerzas durante una ruta de senderismo o bicicleta.
- Coco thym, 4 rue Alphonse Guérin
4. Cafe-restaurante Les Bricoles
Una encantadora terracita cubierta
Si quieres pasar una entretenida velada entre amigos en una terraza, a resguardo de la lluvia pero estando al aire libre, Les Bricoles lo tiene todo y, además, una cuidada cocina de mercado. Para disfrutar del ambiente y la luz de la terraza, más vale reservar porque las mesas están muy cotizadas en cuanto empieza a hacer buen tiempo. La terraza de Les Bricoles, cerca de la Plaza de la Bretaña, es un buen sitio para hacer una comida festiva o para un aperitivo a base de cócteles recién hechos.
- Les bricoles, 17 quai de la prévalaye
5. Crepería La rozell
Creps y «galettes» en una terraza en verano o invierno
La crepería La Rozell es toda una institución en Rennes; en 2016 cumplió 30 años. En su carta, las tradicionales creps y «galettes», 100 % de trigo negro, regadas con sidras (como las de Fouesnant en especial) y cervezas bretonas ecológicas. Es imposible pasar de largo por La Rozell, con su fachada roja, muy cerca de la Place Sainte-Anne. Se suben unas escaleras de piedra antes de entrar en el local tradicional adornado con unas bonitas vigas. Pero la otra buena sorpresa es la gran terraza del patio, que tiene más de sesenta mesas, la mitad de ellas en una parte cubierta. Climatizada en invierno y florida en verano… ¡allí podrías pasar horas y horas!
- Crepería La rozell, 14 rue de Penhoët. Abre los domingos
6. Restaurante le carré
Un patio en un palacete del siglo XVII
En la Place des Lices, el palacete Le Molant alberga un local imprescindible de Rennes: el restaurante Le Carré. El patio y su terraza de 85 cubiertos ofrecen un entorno sin igual para disfrutar de una comida con vistas a la catedral. Una terraza orientada al sur con un majestuoso olivo, arces japoneses y parasoles y toldos para dar sombra y garantizar un poco de frescura.
Gafas de sol disponibles
Un detalle que se agradece: si hay demasiada luz, te ofrecen unas gafas de sol. Así podrás apreciar aún mejor sus platos: una carta diseñada por el chef Stéphane Lefeuvre siguiendo el ritmo de los productos de temporada, con un menú del chef a mediodía por 19,50 euros (entrante + plato o plato + postre) y, los fines de semana, el obligado menú de «regreso del mercado» los sábados a mediodía por 22,50 euros. Le Carré está, efectivamente, en primera fila del célebre mercado de Lices. Pero su terraza es un lugar muy intimista, sobre todo por la noche, cuando la iluminación revela la arquitectura del palacete.
La última peculiaridad de este precioso patio es que la terraza es «ecorresponsable», con césped artificial fabricado con materiales reciclados. Por lo tanto, no está climatizada para vivir al ritmo de las épocas del año, pero, si hace fresco, también hay mullidas mantas para hacer frente al clima bretón. Para una cena romántica a la luz de la luna, es un restaurante gourmet que se puede elegir con los ojos cerrados…
- Restaurante le carré, 34 place des lices
7. El combi bar
Un jardín de colores ácidos con música a la última
En el Combi Bar, la decoración es vintage, con ácidos colores pop y una referencia a la famosa furgoneta combi de Volkswagen del dueño, aparcada delante de este local de moda. Pero, en cuanto al sonido, es mucho más actual, con DJ casi todas las noches (electro-house, funk, etc.). Una programación musical que se puede disfrutar en el gran jardín tomando un buen cóctel casero de fruta fresca, sentándose en los míticos taburetes tam-tam naranjas o blancos con forma de diábolo que a algunos les traerán recuerdos de la infancia… Un lugar acogedor, como la emblemática combi: ¡si pruebas, repites!
- Combi bar, 55 rue Legraverend
8. La Mie mobile
Un lugar sin igual a orillas del Vilaine
«La Mie mobile, junto al cementerio del este: antes o después vendrás»… así reza el equívoco eslogan de este establecimiento vecino del colectivo cultural l’Elaboratoire. Un bar-restaurante con un ambiente distinto, donde se puede disfrutar de un gran jardín para comer, bailar, divertirse o ver un concierto como colofón del espectáculo, una terraza con una perspectiva fabulosa del Vilaine y de la puesta de sol. La Mie Mobile acaba de cumplir 15 años de vida y no deberías dejar de pasar una velada allí… Está cerca de las Terrasses du Vertugadin y se llega allí desde el centro con solo pedalear un poco siguiendo la Promenade des Bonnets Rouges.
- La Mie mobile, 34 boulevard Villebois Mareuil
9. Restaurante le piano blanc
Una gran terraza chic y tranquila
En la carretera que lleva hasta las lagunas de Apigné, muy cerca del Roazhon Park y del centro de entrenamiento del Stade Rennais, el Piano Blanc es un restaurante al que acude una asidua clientela de negocios. En su gran terraza, sentándose cómodamente a la sombra de los árboles o de las grandes sombrillas, se disfruta de su cocina tradicional. A solo unos minutos del centro de Rennes, te sientes ya como en el campo en un ambiente exclusivo…
- Le Piano blanc, 345 Sainte Foix
10. La Prisión Saint-Michel
Un patio secreto para comer, beber y bailar
La prisión Saint-Michel («La PSM» como dice la gente de Rennes) parece un patio veneciano: con su pozo, sus galerías, su torreta poligonal y su escalera de caracol de piedra, es un destacable elemento patrimonial. Esta antigua cárcel de estilo Pensilvania, que funcionó como tal de 1455 a 1902, se ha convertido en local de fiesta nocturna. Es fácil pasar por la rue Rallier du Baty sin verla: hay que llegar hasta el final del callejón y entrar a partir de las 19:00 para disfrutar del ambiente y de las dos terrazas. La de L’Aventure, bar de copas conocido por todo el que es de Rennes por haber cantado alguna vez allí el estribillo de Les lacs du Connemara, de Michel Sardou… En efecto, en L’Aventure lo que se lleva es la canción francesa y, en su cálido ambiente, se repasan todos los clásicos musicales galos.
Otra terraza con el mismo ambiente musical es la del restaurante Le Big Bazar, justo enfrente, que abre hasta la 1:00. En la PSM hay otros establecimientos nocturnos, (como la discoteca Le Delicatessen), bares (La Banque) y restaurantes (La Tourelle). Pero, cuidado, porque una vez que entres en esta prisión dorada, ya no querrás salir hasta que amanezca…
- L’Aventure y le Big bazar, 7 allée Rallier du Baty
11. Crepería au marché des lices
Un bonito patio interior junto a la antigua muralla
El barrio de la plaza des Lices está repleto de buenos restaurantes. Entre ellos, la crepería Au marché des Lices dispone de un precioso patio interior con sombra frente a la antigua muralla que rodeaba Rennes. Coloridas mesas, fresas y plantas aromáticas dan un aspecto muy coqueto al patio. En cuanto a la comida, las crepes y «galettes» son muy asequibles y el plato del día cuesta 7,60 euros. La cocina da al patio y se puede disfrutar a la vez de la tranquilidad y de los buenos olores de las especialidades bretonas…
- Crepería au marché des lices, 3 place du bas des lices
12. Crepería-restaurante la fabrique
Un jardín interior en el barrio del parlamento
No es fácil adivinar la presencia de un patio al pasar por delante del portalón y la fachada de La Fabrique, en la rue Saint-Georges. Y sin embargo dentro esconde una estupenda terraza con una parte cubierta que se abre cuando hace bueno y desde donde se puede ver la iglesia Saint-Germain. Un lugar único justo debajo de la plaza del Parlamento de Bretaña, donde podrás elegir entre las tradicionales «galettes», hamburguesas, tapas, mejillones y parrilladas según la época del año… Un local original con una decoración de nueva generación.
- La fabrique, 4 rue Saint-Georges
Otras terrazas interesantes
Estas discretas terrazas obviamente no son las únicas de Rennes. Para tomar algo tranquilamente o cenar en pareja, cada habitante de Rennes tiene su sitio favorito (véanse también nuestras 10 mejores terrazas). Es imposible enumerarlas todas pero te aconsejamos, por ejemplo, que te des una vuelta por el patio del hotel y spa de 5 estrellas Le Balthazar (19 rue Maréchal Joffre) si te gustan los sitios lujosos. En un estilo mucho más rock and roll, la terraza del Bistrot de la Cité (7 rue Saint-Louis). Un poco alejado del centro: el jardín del bar-restaurante Le Teddy’s (121 rue de Vern). Cerca de la plaza de Bretaña, una nueva crepería con una pequeña terraza en un patio: Le Blé noir en folie (11 boulevard de la Tour d’Auvergne). Y, a los pies de las Puertas Mordelesas, un discreto patio, el de Le repère des Jules (6 rue des Portes Mordelaises).
L’atelier de l’artiste: un bar-vinoteca con terraza interior
La última terraza discreta que queda por probar está en el barrio Saint-Michel, a un paso de la famosa Rue de la Soif y que da a la plaza Sainte-Anne, el bar-vinoteca L’Atelier de l’artiste (2 rue Saint-Louis), con una decoración hecha con cosas de aquí y de allá y ambiente informal. La barra está en el centro de una gran terraza con sombra (climatizada en invierno con mesas hechas con barriles y hasta un acuario). Un local muy popular entre los estudiantes.
